SAN SALVADOR (El Salvador) - A fuerza de resultados, pero teniendo detrás todo un proyecto genuino y poderoso que ha desarrollado el baloncesto desde las bases y ha conseguido un orden a imitar, el seleccionado boricua se transformó en uno de los grandes del continente en más de la última década. Hoy vive grandísimas emociones, ya que si bien tendrá una agenda nutrida de compromisos, el gran objetivo es Tokio 2021, entendiendo que esta será la primera vez en la historia que el baloncesto femenino de Puerto Rico estará jugando unas Olimpiadas.
Pero Puerto Rico no se desespera, no se adelanta, y si bien la cita máxima será a finales de julio en la nación asiática, lo primero en la agenda será afrontar el Centrobasket que se jugará en El Salvador del 24 al 28 de marzo.
Pamela Rosado es una de esas jugadoras que le da orden al equipo, no solo por ser la guardia de su seleccionado sino también por lo que genera como capitana, como modelo a imitar, por su experiencia y su mentalidad de acero. Requisitos que reúne una de las estrellas máximas del equipo dirigido por Gerardo Jerry Batista, y que en diálogo con FIBA dio detalles de cómo ha sido la preparación de su nación rumbo a esta importante cita en El Salvador, hablando de los cambios y las ausencias de calidad, por lesión o compromisos con sus clubes, que tiene este grupo de trabajo.
"Nos venimos preparando desde hace dos semanas. Hemos tenido un año difícil como todo el mund, a raíz de esta pandemia, también teniendo bajas como Jennifer O'Neill, Jazmon Gwathmey y Dayshalee Salaman. Las primeras dos están jugando en Europa y no pueden venir, y Dayshalee viene de una lesión que tuvo en el preclasificatorio a las Olimpiadas así que no puede estar con nosotras en este torneo".
"Más allá de esto, han sido dos semanas de trabajo buenas, con integración de jugadoras nuevas, que no han estado antes en el equipo. Es un torneo apto para probar a estas chicas a lo que pueden dar, y nos servirá también como preparación a la AmeriCup y las Olimpiadas".
Sabiéndose como candidato, Puerto Rico no evade la responsabilidad ni la presión, entendiendo que ganar el título es el objetivo. Rosado cuenta que más allá del favoritismo que tiene su seleccionado para este Centrobasket, nunca subestimarán a ningún rival. Ese es el equilibrio que da, desde su temple y un carácter que ha forjado a través de tantas batallas. No por nada es la líder por excelencia de este equipo.
"La meta es obtener el primer lugar y clasificar a la AmeriCup. A pesar de las bajas que tenemos venimos listas para ir a esa batalla, no menospreciamos a ningún equipo más allá de las bajas de Cuba y México. Puede que se diga que el torneo vaya a ser un poco más llevadero por esas ausencias, pero no subestimamos a nadie".
Luego analizó los rivales que enfrentarán a partir de los próximos días, entendiendo el potencial y el crecimiento de cada uno: "Islas Vírgenes siempre juega duro contra nosotras, República Dominicana siempre viene a trabajar muy bien y El Salvador junto con Costa Rica son equipos que vienen de menos a más. Todos los días tenemos que estar preparadas, listas y enfocadas para el equipo contra el que juguemos".
La armadora explica que, más allá de que el proceso de trabajo desembocará en Tokio, la importancia que le da Puerto Rico a cada certamen FIBA al que acude es prioridad. Sabe que hay que ir escalón por escalón, y que tras el Centrobasket lo próximo en el cronograma será la AmeriCup de junio.
"La preparación está enfocada en las Olimpiadas pero no podemos dejar de lado el Centrobasket y lo que será AmeriCup. Estamos enfocadas en cada torneo como un paso previo a lo que será Tokio 2021, pero dándolo todo en cada compromiso que nos toque afrontar, concentradas en lo que debemos hacer. Nuestro objetivo hoy será ganar ese primer lugar y clasificar a AmeriCup. Estamos listas y preparadas".
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